Burke y Hare: los "resucitadores" de cadáveres

¡Holi de nuevo gentecilla!

¿Qué tal todo? Espero que todo os esté yendo de maravilla. Hoy os vengo con una entrada que para nada os esperaríais en un blog como este: los asesinatos de West Port. Os preguntareis, ¿y esto a qué viene? Pues me encantaría tener un motivo de peso, pero el verdadero motivo es porque estoy enamorada de Edimburgo y esta es una leyenda (aunque verídica) que todo ciudadano escocés (y turista) conoce. ¿Preparados para leer esta historieta de Edimburgo? ¡Pues allá vamos!

Los asesinos Hare y Burke

Primero de todo, os voy a poner en contexto. Edimburgo es conocido por muchas cosas pero principalmente por su castillo, por los hombres con faldas a cuadros (kilts con sus tartanes), por las gaitas, o por su festival internacional de artes circenses (Fringe). Pero, además de esto, también es conocido por ser una ciudad encantada (la más de toda Europa) debido a la gran cantidad de sucesos paranormales que pasaron en esta ciudad. Es por eso que fue la primera en tener "School of Divinity" (en español se "traduce" como facultad de teología) en la que aunque se estudia teología y religión, muchos creen que fue creada para estudiar e investigar los sucesos paranormales de la ciudad (y pueden tener razón ya que esta universidad cuenta con un departamento de parapsicología). Por eso, si os gustan los fenómenos paranormales, las historias de brujas, o simplemente os encantaría adentraros en una ciudad de cuento, Edimburgo es vuestro lugar.
School of Divinity

A principios del siglo XIX, la Universidad de Edimburgo contaba con uno de los mejores centros neurálgicos de ciencia médica y anatómica del planeta. Ahí, tradicionalmente, hacían disecciones humanas con fines educativos y de investigación. La mayoría de los cuerpos provenían de personas ejecutadas (además de presos muertos en prisión, suicidios o personas sin hogar ni familia). Sin embargo, todo cambió cuando en 1820 se revocó el Código Sangriento (la pena de muerte) y los cuerpos donados a la ciencia (no, no es salir de fiesta como dice @alexsinos) empezaron a escasear. Al final, la cantidad de cuerpos que recibía la universidad era de apenas dos o tres al año. Debido a esto, la Universidad empezó a usar como método la compra de cadáveres para poder continuar con sus investigaciones. Y gracias a ello surgió la figura de los "body snatchers" o ladrones de cuerpos, que iban a los cementerios a desenterrar cuerpos de difuntos "frescos". Tal fue la avalancha de ladrones en los cementerios que se debieron tomar medidas. Una de ellas fue el instalar torretas en las esquinas de los cementerios (tipo como en las cárceles) para vigilar. Otra medida fue poner en cada cementerio un vigilante nocturno. Y, en relación a esto, surge otra leyenda (Hachiko pero en escocés) protagonizada por un vigilante nocturno y su perro que estaban encargados de rondar por el cementerio Greyfriars (el cementerio más famoso de Edimburgo por esta leyenda, o por tener la tumba de Thomas Riddell o "Lord Voldemort" de Harry Potter, entre otros motivos). Como bien mencioné antes, en Edimburgo hay constancia y documentaciones de sucesos paranormales, y muchos de estos surgieron en este cementerio. Es por eso que (como es lógico) puede que el vigilante nocturno tuviera miedo de deambular solo en la noche por este cementerio (¡vaya!). Así, decidieron darle un perro (un Skye terrier) al que llamó Bobby para que le acompañara en las noches de vigilancia. Pero, lamentablemente, el guarda murió y fue enterrado en dicho cementerio. ¡Y Bobby no se separó de su tumba ningún día hiciera frío o lloviera! Tal fue el cariño que los ciudadanos edimburgueses cogieron al perro que en este cementerio hay una placa conmemorativa a este animal de cuatro patas en la que mucha gente deja juguetes o palos (otro dato curioso es que los cementerios allí están vistos como parques; por eso no es de extrañar que veas en cementerios escoceses a gente haciendo picnics, paseando o incluso haciendo botellón). Otra de las medidas, la que me parece más curiosa, es que muchas familias pagaban "mortsafes" o rejas metálicas tipo jaulas sobre las tumbas de sus seres queridos para que no pudieran robar sus cuerpos (la gente más pobre, al no poderse permitir esto, guardaba los cuerpos de sus seres queridos en sus casas hasta que empezaban a pudrirse y descomponerse, haciendo que los ladrones no estuvieran ya interesados en robarlos).
Mortsafe en Greyfriars

Burke y Hare, originarios de Irlanda, también fueron ladrones de cuerpos y los vendían a un profesor de anatomía de la Escuela de Medicina de Edimburgo llamado Robert Knox (esta historia algo de relación con la educación tenía que tener, ¿no?). Estos, que se cree que también actuaron con ayuda de sus amantes Helen McDougal y Margaret Laird respectivamente, empezaron vendiendo el cadáver de una persona ya fallecida hasta que se dieron cuenta que era más fácil y rápido el negocio si eran ellos mismos quienes mataban a la gente. Llegaron a asesinar a un total de 16 personas. Actuaban embriagando a sus víctimas y posteriormente utilizando la técnica que hoy es conocida como "burking" (nombre debido a Burke) que consiste en oprimir el pecho hasta asfixiar al damnificado mientras se le tapa la nariz y boca impidiéndole respirar.

Se cree que fue el asesinato de "Daft Jamie" o Jamie Wilson, un joven de dieciocho años vagabundo con problemas mentales y una deformidad en el pie, el que les condenó de por vida. Cuando los alumnos reconocieron en la mesa de disección el cuerpo del muchacho, muchos de ellos empezaron a sospechar y comenzó a correrse el rumor por la ciudad de que él había sido asesinado.

El último asesinato que cometieron fue el de Margaret Docherty y este fue el que les acabó por desenmascarar. Todo ocurrió gracias a que una pareja encontró a la mujer muerta en la posada de Burke pero, cuando la policía fue a inspeccionar el lugar, no encontraron rastro del cuerpo. Sin embargo, el cadáver apareció ese mismo día en la mesa de disecciones de Knox. Debido a esto, se descubrió toda la trama y la reputación de Knox se hundió. Cabe destacar que este profesor de Universidad acabó siendo exculpado ya que no se pudo demostrar que conociera la procedencia de los cuerpos. Por otro lado, aunque Burke y Hare fueron detenidos, no encontraron pruebas suficientes para acusarles de todos los crímenes. Es por eso que la justicia ofreció a Hare inmunidad si testificaba en contra de su compañero Burke. Este aceptó el trato sin reparo alguno y Burke acabó siendo condenado a morir ahorcado.

Tras su muerte, el cuerpo de Burke fue diseccionado públicamente en el teatro de anatomía del Old College y hoy en día se puede ver su esqueleto en el Museo Anatómico de la Escuela de Medicina de Edimburgo.
Esqueleto de William Burke en la Universidad de Edimburgo

Y hasta aquí la historia (diferente) que os venía a contar. ¿Os ha gustado? Os leo y nos vemos pronto.


Comentarios

  1. Holaa compi, me ha encantado la historia, quiero que me cuentes más. Nunca la había escuchado, y es bastante fuerte. Da un poco de miedo, tanto los crímenes que cometieron, como lo hicieron... pero lo que mas raro me ha parecido es que hoy en día la gente vaya a los cementerios como si fuera un parque, es algo que desde mi punto de vista no me entra en la cabeza jeje.
    Un saludo y quiero más!!

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