Motivación en el aula

¡Bienvenidos a otra publicación de Veo a Bea!

Hoy nos centraremos en la importancia de la motivación en el aula y si se debería trabajar para mejorarla. Y es que creo que muchos estamos de acuerdo con la afirmación de que la motivación del alumnado al ir a clase es vital no solo para el aprendizaje, pero también para evitar el abandono escolar. Como bien sabemos, la falta de motivación hace que las asignaturas sean más pesadas, más difíciles de entender y más difíciles de aprender. Y la realidad en España es que muchos alumnos no van motivados a la escuela. Es más, la ven como una "tortura". Es por eso que creo que es necesario trabajar y estudiar cómo mejorar la motivación de los alumnos en las aulas. Pero, ¿qué se podría hacer para motivar a los alumnos a aprender y ver los institutos como un lugar seguro y de aprendizaje divertido?

Como bien comentamos el Grupo 2 formado por Vanesa, Sergio, Marta, Eva e Irati en la actividad de la motivación, esta mejora debe ser trabajada desde tres enfoques diferentes: desde el profesorado, desde el centro y desde el propio alumnado.

En primer lugar, una táctica que podría usar el profesorado es llevar las clases a un enfoque práctico más que teórico. Es decir, enseñar para qué sirven y se utilizan los contenidos que se están aprendiendo en vez de soltar toda la teoría sin demostrar su utilidad (hacer las clases más visuales). También, estaría muy bien el promover actividades interactivas para favorecer la conexión y el interés del alumno.

Por otro lado, desde el centro, se podría intentar invertir en más recursos humanos, sobre todo en los equipos de orientación y psicólogos, ya que muchos alumnos no rinden por temas personales, sociales, familiares, etc. En España hay escasamente un psicólogo por centro (más bien un psicólogo por cada tres centros), lo que lleva a que muchos alumnos no puedan ser atendidos, agravándose muchas veces sus situaciones. Si los alumnos se sienten escuchados y valorados, seguramente el abandono escolar se reduciría enormemente. Además, también sería muy bueno el fomento de proyectos inter curriculares.

Finalmente, poniendo el foco en el alumnado, la mejor herramienta para conseguir su motivación es adaptando la asignatura a sus intereses. A todos nos pasa que cuando se comenta algo que nos gusta o nos llama la atención, ponemos más la oreja, comentamos más, e incluso dejamos de hacer lo que estemos haciendo para intervenir en la conversación y/o escuchar. Lo mismo pasa con los alumnos: cuando se tocan temas que les gusta prestan más atención. Por eso, se debería intentar llevar la asignatura a aquellas cuestiones que más les atrae. Para ello, la clave es conocer a los alumnos, es decir, se necesitaría escucharles. Una técnica para conseguir esto podría ser pidiéndoles a principio de curso que hablen de ellos por un par de minutos, pidiéndoles una presentación oral corta sobre un tema que les guste relacionado con la materia, haciendo debates en clase, teniendo tutorías, haciendo clases participativas, etc. Sumado a esto, también es vital conocer su contexto sociofamiliar (esto va unido con los equipos de orientación y psicólogos), ya que este es un factor muy importante en cuanto al rendimiento del alumno.

Y hasta aquí algunas de las medidas que se nos ocurrieron para mejorar la motivación en las aulas. Seguramente a vosotros se os ocurra alguna más así que abajo podéis comentarme, además de vuestra opinión sobre el tema, qué más medidas creéis necesarias para mejorarla. Os leo en comentarios👀.

¡Nos vemos en el siguiente post!